Cuando era más joven, para ser exactos cuando estaba tratando de definir qué carrera quería estudiar me inclinaba por filosofìa y letras, quería ser escritora, crear historias donde yo tenga el poder de ponerle un fin a una vida o a una enfermedad; imaginarme cientos de personajes, darles vida, hacer como si realmente existieran, ser una especie de Dios en un mundo limitado dentro de un libro. Cuando expuse estos deseos a mis padres me apoyaron totalmente, pero cuando lo expuse a mis compañeros, profesores y consejeros vocacionales me criticaron enormemente, aparentemente tenía habilidades para la medicina, la biología (nunca creí que esto fuera cierto) y entonces comenzó una intensa batalla por lo que debía hacer, y nunca olvidaré a una compañera que sencillamente me dijo, "no seas escritora no puedes vivir de eso". El dìa de hoy esas palabras las tengo grabadas en la mente, y cada vez que quiero un libro hago un esfuerzo por comprarlo en vez de sacar copias o de pedirlo pre...
Escribiendo...