Hoy fui al cine a ver la película crepúsculo (Twilight); dejaré a un lado mis comentarios sobre el guión, sobre la película en sí por el momento, primero porque creo que cada quien tiene diferentes opiniones y todas son muy respetables.
Si no han visto la película no lean esto, porque no quiero arruinarles nada, espero además de que puedan disfrutarla y tal vez puedan captar lo que yo capté.
En la historia podemos ver a un vampiro que se enamora de un ser humano al que quiere matar o mejor dicho quiere beber su sangre, el punto es muy complicado porque para llevar una relación es difícil que uno de los dos esté luchando todo el tiempo contra los deseos de beber la sangre del otro. Aquí está lo que me llamó la atención más que cualquier otra cosa, Edward Cullen, el personaje que está enamorada, pero que es capaz de controlarse, yo me imagino la fuerza que requiere ir contra su naturaleza, pero no tengo que irme muy lejos, en mí hay parte de eso, yo lucha y creo que lo hacemos todos, luchamos contra nuestra naturaleza, contra nuestra tendencia innata al placer, a lo fácil, a lo que nos gusta y nos divierte, porque muchas veces lo que queremos no es lo correcto, ver esa fuerza en el personaje se me hizo muy interesante porque me ayuda a pensar en que yo también puedo encontrar esa fuerza de voluntad en mí para hacer otras cosas, no hablo de beber la sangre de un ser humano, sino vencer la flojera, la apatía, el miedo, las ganas de comer de más, de beber de más, de dormir de más, de todas esas cosas que si bien no son tan dramáticas como las que enfrenta el joven Cullen, son cosas que nos pasan a todos.
Aprovecho esta entrada para desearles a todos un muy feliz año nuevo, y que en este año puedan encontrar la fuerza de voluntad, la fuerza interna para lograr todo lo que se propongan, sin importar qué tan lejos pueda parecer, qué tan difícil, ustedes pueden. Nosotros podemos
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