Ir al contenido principal

Museo Memoria y Tolerancia

En una no tan reciente visita a la Ciudad de México, tuve la oportunidad de asistir al Museo Memoria y Tolerancia que se encuentra frente a la Alameda Central. La verdad es que no tenía idea de lo que vería hasta que recibí el folleto que entregan cuando compras el boleto (75 pesos). 
Nada podía prepararme para lo que causaría en mi una nueva mirada a lo que ya sabía, digo que ya sabía porque el Holocausto es un hecho muy conocido, Darfur, Ruanda y otros genocidios son también conocidos (aunque no tanto como el Holocausto) y podría decir que había visto algo en las noticias o libros. 
Volver a ver estos hechos de la manera en como son presentados en este museo definitivamente causó una profunda reflexión, me quedé pensando después de cada una de las imágenes que vi. 
Pero no porque culpo a alguien (aunque los culpables fueron todos los que vivieron en esa época) sino porque sigue sucediendo, la gente sigue matando gente por razones estúpidas, y digo estúpidas porque no existe una razón válida para matar a gente. Aunque pensemos que sí, ninguno de nosotros debería poder tomar la decisión sobre la vida de otra, pero la toman todos los días. Entonces mi vida en el mundo se vuelve casi suerte por no haber nacido en un país donde nadie ha querido matarme. La noticia ya no es "miles mueren" sino "miles sobreviven la avaricia de los más poderosos o las locuras de otros tantos", porque estamos en un mundo donde cualquiera puede arrebatarnos la vida en cualquier momento. 
Estamos en medio de un crisis ambiental y crisis humanitaria y no estoy haciendo nada, me sigo levantando todos los días para ir a un trabajo que amo, para estar con mi familia a quien amo, mientras gente muere de hambre, de sed, muere por armas, por bombas o por tener que salir de su país en busca de mejores condiciones.
Estoy de acuerdo en que no puedo permitir que el pasado paralice mi vida o que lo que no puedo controlar paralice mi vida, pero sí es urgente una reflexión del papel que todos desempeñamos en la vida de los seres humanos.
No debería seguir pasando, no podemos seguir tratando al otro como objeto, es necesario que hagamos algo, no sé qué podría hacerse pero la pasividad está costando vidas cada segundo.
Definitivamente recomiendo la asistencia al museo, para que nos haga reflexionar sobre la tolerancia, el respeto, el amor, el valor de la vida. Vayan y reflexionen, tal vez ustedes tengan mejores ideas de lo que podría hacerse.

Página Web del Museo

     

Comentarios