Ir al contenido principal

Una carta de amor

Hasta hace algunos años escribía cartas de amor; pensaba que era la mejor forma de comunicarle a alguien lo que sentía, que por medio de una carta una persona podría meterse por un segundo en mi cabeza y comprender lo que significaba para mí.
La verdad es que aunque escribí muchas cartas no las entregué todas, de hecho todavía tengo una que estoy segura debí haber entregado pero no tuve valor cuando tuve la oportunidad, y ahora es demasiado tarde, uno porque no siento lo que sentía en ese momento y dos porque sería una tontería revivir lo que fue uno de los momentos más difíciles de mi vida.
Estuve enamorada una vez de alguien que es completamente diferente a mí, en muchos sentidos, realmente era todo lo que yo creí que quería ser; me cautivo su forma de ver el mundo; su sonrisa y su voz; conforme fue pasando el tiempo me di cuenta que no era la persona que yo pensé, que decía tantas mentiras y cambiaba de punto de vista tan rápidamente que nunca llegué a conocerlo realmente.
Hace poco lo volví a ver, me dio risa recordar lo que hubiera sido capaz de hacer por él si lo hubiera pedido, me dio risa recordar el sentimiento en mi estómago cuando lo miraba, y la necesidad imperante de estar junto a él, me sentí aliviada de no sentir nada por él en ese momento, ¡de verdad me alegré!
Enamorarme de él, y decidir amarlo fue un error muy grande; no porque haya pretendido ser otra persona, sino porque me di cuenta que yo fui una estúpida, una tonta, me convertí en esta persona que necesitaba verlo, que hubiera hecho cualquier cosa, y me refiero a CUALQUIER cosa, no fue él, no lo culpo a él, me culpo a mí por haber cometido error tras error, y por el esfuerzo que hice para que me mirara, para que hablara conmigo, me siento estúpida por creer que no me lo merecía, por llorar hasta la madrugada, por intentar cambiar partes de mí, por intentar ser otra persona, la persona que yo creía que él merecía.
Ahora que lo ví, me sentí en paz, por fin el ciclo estaba completamente cerrado y no había residuos de ningún tipo, no cambié, no actué, no fingí, y puedo decir claramente que no se trata de merecerlo o no, sino que puedo estar segura que no podría compartir mi vida con alguien así, y que denigrarme o pensar que no cabía en su mundo fue una tontería; poner mi felicidad en él de esa manera fue un error, confiar mis sentimientos en sus sonrisas fue estúpido, pero no lo culpo a él, me culpo a mí.
La carta de amor la escribí para él, no he escrito otra carta como esa desde entonces (4 años) , tal vez la publique, de todas formas no creo que él la lea,; así que probablemente lo haga. El punto es que esa es la última carta de amor que he escrito, la leo ahora y me siento extraña, obviamente ya no soy la persona que escribió la carta, obviamente ya no lo necesito, o ya no creo necesitarlo, ya no creo en las cosas que creía, y no he sentido por nadie lo que sentí por él; ni siquiera necesito ni quiero lo que quería y necesitaba entonces.
Esa situación me cambió por completo, me convirtió en otra mujer, me hizo crecer, y me dolió como no me ha dolido nada nunca, en la memoria tengo muy poco ahora, realmente el único recuerdo que tengo es una carta de amor.

Comentarios