¿Hacia dónde va nuestra sociedad?
Ahora permitirnos todo en nombre del placer está bien visto e incluso celebrado, la felicidad no viene del esfuerzo o del orgullo por un trabajo bien hecho, viene de sentirse bien, de disminuir la incomodidad y el dolor, no estoy diciendo que yo no quiero lo mismo, también busco el placer superficial, pero creo que es necesario superar eso, creo que tenemos que controlarnos, o al menos intentarlo, nuestro fin último no puede ser estar cómodos, porque hemos enmascarado la felicidad, la hemos disminuido a sentirse bien todo el tiempo, y eso no es la felicidad, no podemos transmitir eso a las generaciones siguientes. Sobre todo porque no deja nada positivo, ¿acaso la historia no nos ha enseñado nada?
No importa si no tenemos hijos ahora, los tendremos algún día, y es importante que cuando lo hagamos estemos listos para superar esto, de lo contrario no solo iremos por el mismo camino, sino que la vida será vacía y sin sentido.
La felicidad es un estado, es algo que vivimos todo el tiempo, incluyendo los momentos difíciles, es cuando nos controlamos, cuando aprendemos de nuestros errores, cuando nos levantamos, cuando trabajamos bien, cuando ayudamos a la gente, cuando somos fuertes y controlamos nuestra voluntad, nuestras emociones, esa felicidad es la que vale la pena.
Eduquemos a los niños a nuestro alrededor con el ejemplo, ellos son la solución, pero tenemos que cambiar primero.
El placer inmediato se desvanece, es como una droga cada vez necesitas más para obtener el efecto inicial, con el placer es lo mismo, nos vamos haciendo cada vez menos tolerantes, cada vez más caprichosos, hasta que matar a alguien que me incomodó o que quitó el placer de mis manos se vuelve algo cotidiano e incluso bien visto o aceptado.
¿Es eso lo que verdaderamente queremos?
Comentarios