Me preguntaron hace poco cómo podíamos cambiar la educación de los pequeños para que ellos mejoren el futuro del país y en general del mundo, la respuesta fue fácil, pero al mismo tiempo complicada, para cambiar el futuro hay que cambiar el presente.
Si tienes un hijo ahora, si eres un buen padre es posible que le digas todo el tiempo "hay que ser honesto, hay que ser agradecido, respetuoso, responsable" pero lo importante es ¿es lo que tú haces? no basta con decirles a los niños lo que tienen que hacer, porque luego los meteremos en un mundo donde no son honestos todos, no todos son responsables, y ellos tendrán que adaptarse al mundo.
Es importante entonces que cambiemos ahora, hacerlo ahora, entonces ellos seguirán ese camino, de lo contrario seguirán el camino que nosotros seguimos ahora, y será peor, las nuevas generaciones tienen nuevas tentaciones, nuevas armas, nuevas debilidades, hay que convertir todo eso en fortalezas, que los niños de hoy vean en los adultos de hoy la bondad, la generosidad, la preocupación genuina por las necesidades del ambiente y de los demás seres humanos, la honestidad, la responsabilidad; sólo así los niños de hoy se convertirán en buenos adultos del mañana.
Tenemos oportunidad, si lo puedes soñar lo puedes conseguir, sólo hay que tener fe en el otro, e ir cambiando poco a poco, si cambias tú haz cambiado el mundo del que eres parte, no creas que tú cambio pasará inadvertido.
Creo que esta línea viene de una película, pero cuando una mujer quería ayudar a alguien su esposo le responde "no puedes ayudar a todas las personas" ella responde "lo sé, pero puedo ayudar a esta persona", no necesitas cambiar la ley, eliminar el hambre, ni la pobreza, con ayudar a una persona, solo a una, si cada ser humano enseñará a leer a una persona, no quedarían analfabetas en el mundo, si un ser humano le diera de comer a una persona hambrienta, no habría hambre en el mundo.
Estos mensajes son los que tenemos que dejar a nuestros hijos, si eso ven en nuestras acciones y nuestros ejemplos, ellos lo harán mejor, ellos serán mejores, pero no podemos prepararlos para el mundo con condones, armas y dinero, hay que darles control emocional, responsabilidad, bondad, paz, y manos trabajadoras, para que entonces el mundo de verdad mejore.
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